¿Segmentar? La madre del cordero en las estrategias de marketing

segmentar mercado

¿Estás empezando a emprender en el mundo digital?

Y, ¿qué tal?

Sí, hay mucha competencia. La oferta de productos en el universo digital es indudablemente superior a la demanda y el consumidor es mucho más exigente y toca*** de lo que era antes.

Efectivamente, ¡el patio está complicado!

Pero ¡eso no es nada que un emprendedor inteligente como tú no pueda superar!

Sobre todo, con la cantidad de estrategias y herramientas de marketing digital que tienes a tu disposición.

Una de ellas: la segmentación.

¿Qué es la segmentación?

Victor Schwab describía ya en Mail Order Strategy, publicada en 1956, cuarenta emociones distintas que impulsan al consumidor y le obligan a actuar. De eso ya hace más de 50 años.

Pero ¿puedes creer que después de todo ese tiempo poco ha cambiado?

No importa lo sofisticada que sea nuestra tecnología, ni lo mucho que evolucionemos los humanos. Seguimos teniendo toda una serie de necesidades y deseos básicos que nos impulsan en todo momento porque nos hacen sentir felices, satisfechos, seguros, o cualquier otra combinación de sentimientos. Y el consumidor que efectúa una compra siempre lo hará para cumplir una de estas necesidades o deseos.

Fíjate:

A todos los seres humanos nos impulsan los mismos motivadores:

    • Quiere pertenecer
    • Busca la gratificación instantánea
    • Le motiva el temor a la escasez, a no hacer lo que hacen los demás o a perder oportunidades
    • Los valores
    • La culpabilidad
    • El liderazgo
    • La confianza

Basándose en esas 7 Emociones, el consumidor siempre quiere conseguir:

    • Salud
    • Auto confianza
    • Dinero
    • Tiempo
    • Mejora de su aspecto
    • Mejora general
    • Comodidad
    • Ocio
    • Mayor satisfacción
    • Influenciar a los demás
    • Expresar su personalidad

Quiere ahorrar:

    • Tiempo
    • Dinero
    • Riesgos
    • Incomodidad
    • Preocupaciones
    • Vergüenza
    • Dudas

Y quiere ser/estar:

    • Eficiente/productivo
    • Apreciar la belleza
    • Ser el primero
    • Al día
    • Orgulloso de sus posesiones, etc.

Sin embargo, ¡y muy a pesar de todas esas emociones que compartimos, seguimos siendo muuuuy diferentes!

Las manifestaciones de todas estas emociones son extremadamente distintas en el chico milenario que busca un curso de marketing digital que en la señora de 50 años que busca un crucero por el Danubio.

Ambos siguen estando motivados por el temor a perder una oportunidad de trabajo como diseñador de webs, por ejemplo, o de crear momentos inolvidables en el Danubio, pero evidentemente, son personas muy distintas que viven en mundos muy distintos.

Y ahí es donde entra la segmentación.

Segmentar no es más que enfocarse exclusivamente en ofrecer un producto o servicio a grupo determinado en el mercado.

Y solo a ese grupo.

Nada de, ¡yo vendo para todo el mundo!

Nada de ¡en mi restaurante cocinamos para todo tipo de públicos!

Incluso, nada de ¡como diseñadores web creamos webs para todo tipo de empresarios!

¡Error!

Cuanto más segmentes, mejor.

¿Por qué?

¿Por qué necesitas segmentar tu mercado?

La segmentación funciona como cualquier tipo de relación humana. Cuanto mejor conoces a la otra persona, mejor te comunicas.

Más feeling. Menos sorpresas. Más de “¡ostras, es como si leyeses mi mente!”…

¿Verdad?

De eso se trata. De conectar mejor. De sintonizar mejor. De ofrecer productos y servicios más acertados.

Imagina que decides empezar un negocio de venta de camisetas al por mayor. Estupendo. Solo ten presente que hay miles de personas con esa misma idea.

Sin embargo, imagina que tú eres un Otaku (おたく/オタク): te fascina todo lo relacionado con la cultura japonesa, desde sus video juegos, hasta los comics, las películas, el estilo de vestir, la música, etc.

Pues, ahí tienes un segmento de mercado muy importante: el segmento de las tribus urbanas.

¿No quieres dedicarte exclusivamente a vender a los Otaku como tú?

No tienes más que segmentar tus tribus urbanas, porque ¡no será por tribus! Desde los gamers, hasta los emos, punks, grunges, hípsters…

La lista es interminable. Una tribu, un segmento.

Es decir, al segmentar tienes un grupo o nicho de mercado compuesto por personas que se vuelven locas por un tema concreto, etc.

Un grupo que te escucha. Que sabe lo que quiere y sabe que tú puedes ofrecérselo. Un grupo que confía en ti. Y que siempre regresa a ti.

¡Y eso no tiene precio!

¿Qué tienes que hacer para que ese cliente segmentado te encuentre y se enamore de ti?

Tres claves:

  • Diseño web
  • Diseño gráfico
  • Comunicación.

 

Cuanto mayor sea el enfoque, mayor la precisión de tu diseño y de tu lenguaje.

Conoces la estética que atrae a tu cliente segmentado. Conoces los colores que le gustan. El look. El estilo. Incluso conoces la forma como se expresa.

Tradúcelo en una web que le produzca ese flechazo instantáneo que todos buscamos.

No olvides que, el cliente que llega a tu web hoy es muy astuto. Si se encuentra un diseño chapuza, ¡ya puedes despedirte de él o ella! ¡Por mucho que hayas intentado segmentar!

Ofrécele un diseño inteligente y “currado” que le permita disfrutar plenamente de la experiencia y pronto empezarás a ver resultados.

¡Te esperamos aquí con muchísimas ganas de enamorar a esos clientes segmentados!