¿Quieres aumentar tu engagement en las redes? Analiza la psicología de tu consumidor
¿Tienes bien calculado lo que gastas en anuncios de Facebook?
¿O te pasa lo que a tantos… ?
¡Venga, voy a darle un “boost” a ver si este artículo lo ve más gente!
Y pagas y le das un boost…
Y otro…
Y otro…
Pero aun y así la gente ni llega, ni comenta, ni comparte, ni nada de nada…
Dinero tirado por el desagüe…
El darle al boost es adictivo, y Facebook lo sabe.
Pero, desafortunadamente, las cosas ahora son así.
Hay tantos usuarios en las redes y es tal la cantidad de contenido que se genera, que es casi imposible ser visto sin pagar.
Las plataformas sociales lo saben, y se aprovechan.
¿Quieres que te vean?
–Paga.–
Pero ¿y si pudieses llegar a tu cliente ideal sin tener que dejar tu contribución en la cuenta bancaria de Zuck & Co?
En las redes sociales, no hay garantías.
Pero, si hay algo que te puede ayudar, es conocer a fondo la psicología del consumidor.
Haz todo lo posible por conocerle mejor.
Analiza el porqué de su comportamiento.
Intenta entender sus detonantes psicológicos, aquello que le lleva a tomar una acción.
Y con esas bases, empezarás a notar movimiento en tu engagement en las redes.
¿Qué son los detonantes psicológicos del cliente potencial en las redes?
El gran psicólogo y escritor estadounidense Robert Cialdini asentó el matriz teórico-conceptual del marketing actual.
Sus estudios y publicaciones sobre la persuasión y la influencia en el cliente siguen considerándose (¡30 y pico años después de que los publicase!) los fundamentos de la conducta del consumidor actual.
Fundamentos que tú y nosotros tenemos que tener en cuenta si queremos prever ¡que Zuckerberg gobierne el planeta tierra pronto!
Cialdini afirma que los seis siguientes elementos son casi “hipnóticos” y “obligan” a la gente a decir que sí:
- Reciprocidad
- Compromiso y constancia
- Simpatía
- Autoridad
- Prueba social
- Escasez
¿Cómo puedes jugar con estos detonantes para aumentar tu nivel de influencia y engagement en las redes?
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Reciprocidad
¿Qué es actuar de manera recíproca?
Tú le das algo a alguien, y ese alguien se siente obligado a darte algo a cambio.
Y viceversa.
Ejemplo clarísimo: ¿A que te ha pasado más de una vez que has acabado por comprar un paquete de salchichas de la encantadora promotora que te ha regalado un choricito frito en el súper, aún y cuando no tenías ninguna intención de comprarlo?
Eso es la reciprocidad.
Te has sentido obligado.
Aplicado a las redes sociales, la reciprocidad puede tomar forma de relevancia de contenido.
Tú me ofreces contenido útil e interesante….
Yo te recompenso comentándote e indagando más sobre ti.
Tú regalas un servicio útil en forma de concurso a tus seguidores.
Tus seguidores te lo agradecen y comparten con otros interesados.
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Compromiso y constancia
Los seres humanos hacemos siempre lo posible por demostrar coherencia en nuestras palabras y acciones, incluso llegando a hacer cosas que prácticamente rozan lo irracional.
¿Has visto o has participado en alguno de esos programas transformativos para perder peso, por ejemplo?
Siempre te hacen declarar tu objetivo en público.
“Voy a perder 10 kg antes del 1 de julio, para poder ponerme el bikini de nuevo, ¡sí o sí!”
Una vez que te has comprometido en voz alta (o en línea) el incentivo para cumplir lo que prometiste se multiplica enésimamente.
Para generar compromiso, es importante hacer todo lo posible para que el cliente se comprometa con tu marca.
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Simpatía
El principio de simpatía hacia alguien dice que es más probable que accedamos a la petición de una persona si sentimos una conexión con ella.
Por eso, las marcas contratan a los famosos para promocionar sus productos.
Porque saben que el consumidor traslada su simpatía (o enamoramiento, en algunos casos) por Rafa Nadal a los relojes que él promociona.
Y si no puedes contratar a Rafa para que te promocione en tus redes, cuenta tu historia.
Crea una personalidad que sea coherente y que le guste a tu cliente objetivo.
Si eres de los que no se cortan delante de la cámara, dale al vídeo para que tu personalidad y tu historia reluzcan…
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Autoridad
Estamos programados mentalmente para responder a la autoridad (o a aquellos que aparentan tenerla).
¿Cómo aplicas este principio a las redes?
Demuestra los resultados de tus productos/servicios.
¿Están hechos a mano por artesanos?
Cuéntale al mundo quiénes son, cómo viven, en qué entorno trabajan, etc….
¿Vendes productos de fitness?
Pídele a tu entrenador personal que comparta sus recomendaciones en tus redes.
¿Has compilado las mejores recetas de las abuelas vascas?
¡Pídele a Arguiñano que las endorse!
El principio de autoridad te ayudará a crear una dirección cognitiva por la que tus clientes ideales otorgarán más autoridad a tu marca.
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Prueba social
Los humanos somos criaturas sociales.
Si a Marta le gusta algo, a nosotros también.
Por eso, cualquier estrategia que subraye la popularidad de tu marca y/o web, y de tus productos te puede generar ventas.
¿Has recibido menciones en la prensa? ¡Menciónalo en las redes!
¿Has recibido correos de tus clientes expresando su cariño y admiración ? ¡Explícalo!
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Aversión a la pérdida o escasez
A las personas nos afecta más la angustia de perder algo antes que la alegría de ganar otra cosa.
“Esta oferta terminará en 24 horas y no se repetirá jamás!”
¿Te entran unas ganas irresistibles de comprar algo tan efímero y preciado?
Seguro.
O, ¿quieres reservar este hotel en Ámsterdam?
¡Date prisa, ¡porque solo quedan 3 habitaciones!
Y aunque todos sabemos que es mentira… ¡corremos a reservarlo, por si acaso!
De todas maneras, no olvides que el usuario ideal a quien estás intentando llamar la atención, va a acabar en tu web.
Y si tu web no está a la altura que debería estar, todo ese trabajo que has hecho en redes, no te va a servir de nada.
Porque tu web refleja tu actitud hacia tu cliente.
Una web caótica y poco cuidada, le dice al cliente que no te tomas tu trabajo en serio.
Una web inteligente y atractiva le ofrece una experiencia al cliente que le incita a conocerte mejor a ti y a tus productos/servicios.
Por eso, antes de nada, empieza por tu web.
Asegúrate de lucir la mejor versión posible de ti mismo/a en internet.
¿Necesitas que te echen un cable?
El equipo de diseñadores web en POM Standard puede ayudarte.