Objetivo 2019: construir comunidad, no páginas de fans
Es normal que nos desesperemos.
Nos pasamos gran parte de nuestra vida como empresarios digitales intentando satisfacer a los gigantes de la búsqueda y de las redes.
Nos doblamos una y otra vez ante los caprichos de Google.
Pagamos y hacemos lo que haga falta para que Zuckerberg nos deje aparecer, aunque solo sea un poquito, en el muro de nuestros clientes ideales.
Y es que, al final, los números pesan.
Queremos ser escuchados.
Queremos que todas esas horas que invertimos en escribir artículos como este y compartirlos en nuestros canales de comunicación digital no sean una pérdida de tiempo y de dinero descomunal.
Y a veces se recurre a extremos.
Y se compran seguidores.
Y se paga por evaluaciones.
Y se siguen atajos que no se deberían seguir.
Y se toman acciones de carácter “dudoso” que no se suelen admitir…
Y lo peor es que nos obsesionamos con los números.
Y las estadísticas nos vuelven locos.
Y para más inri, las vemos en tiempo real.
Ahora suben.
Ahora bajan.
Ahora se me une un follower.
Pero ahora se me borran dos (¡¿por qué?!)
Y en esas estamos.
Soñamos con esas cifras siempre cambiantes.
Vivimos pendientes de ellas.
Sin tener presente que, en realidad, lo que cuentan no son los números.
Los números son números que al final no se traducen en nada.
Porque números sin interacción y compromiso con tu marca = una manada de zombis perdidos que nunca van a comprar nada de ti.
Lo que cuenta es el vínculo.
El sentimiento de comunidad.
En 2019 construye y mima a tu comunidad
Conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes.
Esa es la definición de comunidad según la RAE.
No la olvides.
La clave es el vínculo por intereses comunes.
Y por eso, insistimos nosotros en el valor del nicho.
El nicho te permite identificar los intereses que compartís tú y tu audiencia.
Si es diseño gráfico, diseño gráfico.
Si es comida macrobiótica, comida macrobiótica.
Si es escapismo, escapismo.
Al limitar los intereses que compartís, entenderás mejor sus prioridades.
Estaréis alineados.
Comprenderás sus necesidades.
Hablarás su lenguaje.
Y te convertirás en fuente de referencia.
Tú y tu negocio seréis el espacio de reunión de esa comunidad.
Una comunidad que te admira.
Una audiencia a la que no le importa invertir su tiempo en seguir y leer tus publicaciones.
Y que, con el tiempo, y cuando confirme que no estás solo para vender, sino para compartir, acabará por comprar.
Pero eso lleva tiempo.
La compra es la consecuencia orgánica de una larga cadena de reacciones que antes, genera credibilidad y confianza en tu marca.
Hoy, el miembro de tu comunidad decide cuándo y cómo.
Las cosas han cambiado.
La tribu huele perfectamente la cara bonita que solo está para vender.
La tribu busca humanidad porque está harta de mensajes de ventas.
La tribu quiere conexión.
Pero de la de verdad.
Ese debe ser tu objetivo en 2019: ¡dejarte de zombis pagados e intentar conectar con sinceridad con tu comunidad!