Espacios oscuros: diseños que engañan vilmente el cerebro de tu usuario
Hoy nos hemos puesto el sombrero de villanos del diseño.
Y para que el look “pérfido” sea completo, incluso le hemos echado capa negra y bigote delgado que acariciar perversamente…
¡No, que no!
¡Que seguimos siendo el mismo equipo dicharachero de siempre…!
¿Oh no? ☺
Lo único es que, de vez en cuando, nos gusta entrar en el lado tenebroso del diseño.
Y lo hacemos por ti.
Nos gusta conocer nuevos conceptos, incluso los más “traidores”, que te ayuden a ti a captar la atención de tu cliente en tu web.
¿Qué hemos encontrado en este último viaje a “the dark side”?
Hemos afianzado nuestro conocimiento sobre los espacios oscuros.
Ya los conocíamos.
¡Son tremendos!
¡Unos manipuladores de la leche!
Con todo el descaro, se dedican a engañar deliberadamente a tu usuario.
Dijésemos que trabajan por ti.
A favor de ti.
¡Nada de experiencias centradas en el usuario!
No, tácticas descaradas a ayudar a tu negocio.
Y por eso, nos acercamos a ellos, con precaución, protegidos por nuestro disfraz, y les dijimos, “¡contadnos qué podéis hacer por nuestros clientes!”
Y la verdad es que los trucos malvados que susurraron a nuestros oídos nos descolocaron.
Aquí los tienes.
Estos son algunos de los diseños (se negaron a desvelarlos todos) que se utilizan en el espacio oscuro para engañar vilmente el cerebro de tu usuario.
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Direcciones engañosas
Aquí, los malvados del diseño te obligan a enfocarte en un elemento con la intención de distraerte de otro.
“Continúa sin seguro” o “Continúa con seguro”.
El primero oscurecido y borroso.
El segundo bien claro para que el cerebro de tu usuario no tenga ninguna duda.
Tus reflejos podrían enviarte lejos, muy lejos de tu destino inicial.
¿Consejo?
Como usuario, piénsatelo dos, tres veces.
Como empresario, usa este truquillo con precaución ☺
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¡Prueba a escapar!
¿Te has fijado que en muchas ocasiones te suscribes a una web en dos clics, pero a la que quieres salir aparecen estos espacios oscuros aterrorizadores impidiéndote la huida?
Es agonizante.
Pero, desde el punto de vista de diseñador “malévolo”, lo que haces es liarle la troca al subscritor tanto, que desiste y queda atrapado en tu web cual frustrado jugador de escapismo incapaz de resolver los enigmas delante de él/ella.
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Estrujando tu FOMO al máximo
Esta maniobra es muy traidora.
Incluso puede provocar problemas cardíacos.
Así es que la recomendamos con moderación.
Es la fullería aquella típica que te aparece cuando quieres reservar una habitación en Punta Cana, pero te sale un mensajito diciéndote que en el resorte que quieres reservar sí o sí ¡solo queda una habitación!
FOMO.
Fear of missing out.
Terror pavoroso a no conseguir lo que uno quiere que nos presiona a tomar una decisión rápida, y muy poco informada.
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¡Culpable!
¡Es que se las saben todas!
En este caso, los malévolos van a por tu sentimiento de culpabilidad.
Ese gusanillo que te corroe cuando sabes que “tendrías” que hacer algo, pero pasas.
- ¿No quieres ayudar a crear chabolas para una comunidad en Perú?
- No, continuar sin ayudar a una comunidad en Perú.
¡Zasca!
Tu moral por los suelos.
- ¿No quieres ayudar a los perros callejeros de tu ciudad?
- No, continuar sin ayudar a los perros.
Tu moral bajo tierra.
- ¿No quieres aprender a comunicarte mejor con tus clientes?
- No, paso de mis clientes.
¡Menudo empresario/a!
Ya ves.
¡Hacen lo que quieren de ti!
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Continuidad forzada
– ¡Prueba nuestro Trial gratis durante 30 días!
– ¡Ah, qué guay, lo pruebo! Clic.
– No, perdona, tienes que dejarnos los datos de tu tarjeta de crédito…
– ¡Malditos! Ok, venga…
Como usuario, le has vendido tu alma al diablo.
Porque, ¿quién carajos recuerda cancelar la suscripción al mes?
Hasta que te das cuenta, les cantas las cuarenta, y te dicen:
– ¡Estuviste de acuerdo con nuestros términos y condiciones!
Nada bonito.
Muy, pero que muy dark.
Como empresarios, de esta sugerencia tendríamos que pasar todos.
¡Con el dinero no se juega, villanos de la oscuridad!
¿Qué pasó al final de nuestra historia?
Pasó que reaccionamos.
No nos dejamos torear por los pérfidos del dark design.
Y salimos corriendo de esas tinieblas con la convicción afirmada de que, como diseñadores tenemos que evitar estos espacios oscuros.
Como diseñadores, nuestra responsabilidad es explorar soluciones alternativas que creen una experiencia agradable para el usuario.
Como diseñadores, debemos luchar todos contra la tenebrosidad y presentar opciones claras y honestas a nuestros clientes.
Eso es lo que hemos hecho siempre.
Y lo seguiremos haciendo.
¡Fuera sombrero, capa y bigote oscuros!