¿El tráfico de tu web no se dispara? ¡Seguro que te falla uno de estos aspectos!

Razones por las que tu web no tiene tráfico

Es que tiene tela.

Te dicen que el emprendimiento online es la única manera de conseguir tus sueños.

Que en seis meses estás encaminado hacia tus metas.

Y tú inviertes tiempo, dinero, sudor y muchísima ilusión en crear una web guay y contenido súper enfocado y especializado.

¿Y qué pasa?

Como dirían los ingleses: “crickets”.

Silencio.

Puro silencio.

Poquísima gente llega a tu web.

Aprietas tu movimiento en las redes.

Y sí, tienes más o menos likes y demás.

Pero ¿qué le pasa a la gente por el camino?

¿Cómo es que siempre se pierden y no llegan a tu web?

¿Por qué esos aterrizajes no se convierten en ventas?

¡Es exasperante!

Lo es.

Lo sabemos.

Motivos, puede haber mil y uno.

El mundo del emprendimiento digital es como un puzzle de cien piezas.

Todas, pero todas, tienen que encajar a la perfección.

Y posiblemente algunas de las tuyas no lo hagan.

Tres en concreto.

El tráfico de tu web no se dispara porque estas tres piezas no encajan

1. El vuelo (o el SEO de tu web)

Dijésemos que, en el aeropuerto del tráfico digital, tu cliente potencial se pierde.

No te encuentra.

Y no te encuentra porque te falla algo muy importante: el SEO.

Para empezar, te falla el uso inteligente de las palabras clave.

De nada te sirve la cantidad de trabajo monumental que has hecho y haces creando contenido de calidad para tu blog, si los motores de búsqueda.

Porque si los motores de búsqueda no te encuentran, no pueden orientar a tu “pasajero”. 

Son como los asistentes de tierra en el aeropuerto.

Sin las palabras clave relevantes, no saben a dónde dirigirles.

Entonces, ¿cómo sabes qué palabras clave utilizar (discretamente) en tu contenido?

Ponte en los zapatos de tu lector y pregúntate, ¿qué le interesa? ¿qué le preocupa? ¿qué necesidad tiene?

Y entonces, dirígete a www.answerthepublic.com (responde al público).

Lánzale la pregunta al abuelo gruñón, y te responderá con las preguntas que tu público hace en Google.

Crea contenido que las responda y utiliza las palabras clave correspondientes.

Ese, podría ser un primer paso inteligente.

El SEO es complicado y puede que necesites ayuda de los expertos.

Porque luego también tienes la parte más técnica del SEO.

La que está relacionada con el diseño y la programación de tu web: con el código, la configuración de tu servidor, el almacenamiento y carga de tus archivos, los eventos que contiene, etc.

Si todo eso no está en su sitio, ¡el avión no vuela!

¡Y el cliente no llega o rebota!

Así que, averigua la intención de tus usuarios, averigua a dónde quieren ir, y responde a sus preguntas específicas en tu contenido.

De esta manera, conseguirás visitas más cualificadas con mayores posibilidades de convertir.

2. El aterrizaje (la experiencia de usuario de tu web)

Vale, te encontró, se subió al avión digital y ahora llega a tu web.

¿Qué ocurre?

Que no lo ve claro.

Al contrario, ¡es llegar y estresarse!

Tu usuario/a quería un camino despejado, cómodo y bonito hacia su destino final, y lo que encuentra es caos, falta de estética y harmonía y pura confusión.

¿Tú que harías en un sitio así?

Saldrías por piernas, ¿no?

Una de las claves principales del diseño de una página de inicio es facilitar la exploración de la web de manera muy clara y minimalista. 

Si el diseño complica la exploración, ¡el visitante huye cual perseguido por el diablo!

De hecho, un estudio elaborado por el equipo de investigadores de Trust and Mistrust of Online Health Sites (Confianza y Desconfianza en los Sitios Web de Salud) afirma que ¡el 94% de visitantes rechaza o desconfía de un sitio Web por su apariencia!

En concreto, los factores que provocan mayor rechazar o desconfianza en una web son:

  • Una infraestructura demasiado complicada
  • La falta de ayuda para la navegación
  • Un diseño poco inventivo y aburrido
  • Demasiada propaganda y Pop ups
  • La letra muy pequeña
  • Demasiado texto

Así que, si tu viajero/a se lleva una muy mala impresión de tu web y se siente abrumado por la experiencia que le ofrece, desaparece.

Es imperativo transmitir emociones clara e instantáneamente.

Tanto si viaja desde su PC como si llega a ti en móvil.

Queremos que entre, sienta y responda positivamente en el menor tiempo posible.

Y queremos que comparta.

Lo cual nos lleva al siguiente punto.

3. La fidelización

¿Qué pasa cuando llegas a un paraíso maravilloso que te hace olvidar todas tus preocupaciones diarias?

Que lo primero que quieres hacer al llegar a casa es contárselo a todo el mundo.

Estás enganchado.

Quieres volver.

Y quieres compartir la experiencia.

Lo mismo sucede con una marca que fascina.

Lo mismo sucede con una web que cautiva estética y emocionalmente.

Una web que resuelve los problemas y guía hacia las soluciones.

El “viajero/a” va a querer volver y compartir la experiencia. 

Y ahí empieza el crecimiento exponencial.

Por eso, la pregunta que deberías hacerte es esta: ¿estás haciendo todo lo que podrías hacer para ofrecer una experiencia espectacular que le obligue a volver y a hablar de ti? 

Sé honesto/a.

¿No?

Pues ya está.

Ahí tienes los motivos por los que tu usuario no llega y no se enamora del destino que le ofreces.